Perfil ético del profesor del área de lenguas extranjeras
Por:
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Danilo Zamora, Martín Custodio, Jean Jonas, Lourdes Ramírez,
Dariza Jiménez, Nelson Madera y Manuel Espinal
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Manuel Espinal
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Dariza Jiménez
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Nelson Madera
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Martín Custodio
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María Lourdes
Ramírez
·
Danilo Zamora
·
Jean Jonas Oplan
·
Blacina De La
Cruz
Resumen
En sentido general, la educación pre
universitaria establece una serie de deberes (comportamiento ético) a través de
los cuales el maestro dominicano debe regir su práctica docente, su
comportamiento individual y social.
Este comportamiento debe servir de
modelo a la sociedad y todos los miembros de la comunidad educativa: padres,
tutores, estudiantes, amigos de la escuela, directores, subdirectores,
coordinadores, orientadores, personal de soporte técnico, personal de apoyo; en
fin todo aquel que de algún modo se involucra con la educación.
Ética
del profesional de la educación
El maestro dominicano, dado el nivel
de rigor que implica el proceso educativo; el cual contempla una serie de
competencias sobre las cuales debe formarse el estudiantado y que el docente
debe poseer y manifestar en su práctica, ha de fundamentar su quehacer docente en
una gama de preceptos que le permitirán servir de modelo, en cuanto a que es un
ser humano que actúa en base a normas de carácter social y moral; y claro está
de carácter jurídico y religioso:
·
Respeto
a la legislatura educativa
·
Asistir
regular y puntualmente a su trabajo
·
Cumplir
con las normas laborales
·
Cumplir
con el horario y calendario escolar
·
Apegarse
a las indicaciones docentes respecto a la modalidad en la que opera su
enseñanza
·
Centrar
su práctica en las políticas que el currículo educativo indica
·
Ser
honesto
·
Ejercer
debidamente la autoridad
·
Ejercer
la profesión con empeño y dedicación
·
Ser
íntegro y eficiente
·
Ser
higiénico con los registro
·
Trabajar
en equipo
·
Rechazar
los vicios sociales dando explicaciones sobre estos
·
Formarse
continuamente
·
Actualizar
y perfeccionar sus conocimientos
·
Ser
democrático
·
Respetar
la integridad y personalidad del educando
·
Mantener
relaciones cordiales con el educando y sus padres o tutores, entre otros
deberes (ver Reglamento del estatuto del docente, título VII, cap. I).
Los deberes del docente dominicano que
enumeramos en el párrafo anterior, bien pueden contribuir para la formación de
un profesional que moralmente sirva de patrón al resto de la sociedad, pero
contienen un componente de obligatoriedad.
Sin embargo, los maestros deben ceñirse a éstos no a partir de sus
deseos, su voluntad, o porque se sienten
feliz al ajustarse a los preceptos o mandatos ya mencionados. Entonces, es a
partir de una serie de retos personales superiores que los maestros debe
actuar, que estén por encima de los mandatos ya citados, que le permitan al
docente lograr o alcanzar su autorrealización y satisfacción, teniendo en
cuenta sus propias ideas y estrategias sobre cómo formar al sujeto ávido de
conocimientos significativos. Ellos
mismos deben enfocarse en sus metas; hacia dónde van, cómo las van a lograr sin
tener que dañar a los demás. En fin, un sujeto ético que se plantea su
autosatisfacción y felicidad en base a su quehacer educacional de manera
positiva.
Tomando como referencia los detalles que
hemos señalado sobre el deber-ser del maestro en sentido general, ha de ser
ético el maestro de lenguas extranjeras, ya en lo particular y desde un punto
deontológico; que es el caso que nos compete, el que se propone ser un
conocedor profundo de los métodos de enseñanza sobre el idioma inglés y
francés, que son los idiomas obligatorios de acuerdo con el currículo nacional
de educación, aquel maestro que se ha concentrado en articular una serie de
estrategias, técnicas y actividades que fomenten aprendizajes evidenciados en
la ejecución de los alumnos, aquél que se propone adquirir un vocabulario o
registro lexical profundo para transmitir con propiedad los conocimientos que
posee. Aquél que, en definitiva, no desmaya en dar lo mejor de sí para formar
un aprendiz calificado.
Ethical profile of the
foreign languages teacher in the Dominican Republic
By:
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Manuel Espinal
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Dariza Jiménez
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Nelson Madera
·
Martín Custodio
·
María Lourdes Ramírez
·
Danilo Zamora
·
Jean Jonas Oplan
·
Blacina De La
Cruz
Abstract
The pre-university education, in general sense, sets a
series of duties (ethical behavior) through which Dominican teachers must rule
their teaching practice and their individual and social behavior.
Teacher’s behavior must be a paradigm for society and all
of the members of the educational community, such as: parents, tutors, school
ties, principals, assistant managers, coordinators, technical support staff, support
staff; in short whoever that somehow is connected or linked to education.
Professional code of ethics for Dominican educators
Dominican teacher must focus their teaching practice on a
set of duties that will allow them to be a model for the rest of their community,
since they are human beings that behave on the base of social, moral, legal and
religious standards. This all is due to the degree of rigor that implies the
educational process; which comprises a series of competencies that teachers must
possess and on which students must be formed.
According to the “Ordinance
of teachers’ rules in its title VII; chapter I, teachers must:
·
Respect
educational legislature
·
Attend to school
regularly and punctually
·
Comply with labor
standards
·
Comply with the
class and school schedule
·
Follow indications
with respect to the mode of teaching
·
Center their
teaching practice on the policies established by the educational curriculum
·
Be honest
·
Exercise
authority properly
·
Practice their
profession with determination and dedication
·
Be upright and
efficient
·
Work record
books carefully
·
Work in team
·
Reject social
vices and give explanations about these ones
·
Update and optimize
their knowledge
·
Learn
continually
·
Be democratic
·
Respect the
integrity and personality of their learners
·
Develop friendly
relations with their learners and learners’ relatives, among other duties
All of those duties that we have listed above may contribute for the
moral preparation of our teachers, but these precepts seem to be compulsory;
and teachers comply with them not because they want to or are willing to adapt
to them, but for social pressure. Therefore, it is from a series of personal
challenges that teachers must act; challenges that are greater than the
mentioned precepts or commands. The challenges will allow teachers’ self-realization
and satisfaction, because they will take into account their own ideas and
strategies to achieve their aims, which are the meaningful learning of their
students. Thus, teachers must focus themselves on their goals with respect to
the learners, what they want to get from their students and how they will get.
In sum, they must turn into ethical subjects, searching for their self-satisfaction
and happiness through a positive educational practice.
Having as reference, in general sense, the given details
on the teachers’ must-be, we conclude saying that it is an ethical teacher, the
one that teaches English or French (foreign languages according to the curriculum),
trying to deepen on the teaching methods in order to improve his/her practice.
It is an ethical teacher the one that is concentrated in articulating a set of strategies,
techniques and activities that help students accomplish meaningful learning. It
is an ethical teacher the one that has proposed on his/her own to acquire a huge lexical record or vocabulary for conveying properly the knowledge s/he
possesses. In short, it is ethical s/he who does not stop to give the best as teacher!